Picota de Presencio

Picota de Presencio

jueves, 27 de enero de 2011

PENETRACIÓN Y AGRADECIMIENTO

Con el corazón henchido de gozo, emoción contenida y los ojos nublados, no sé muy bien si por lágrimas de satisfacción o por el sudor del esfuerzo realizado, he de confesar que por primera vez y tras un arduo y constante peregrinar, he conseguido cruzar la línea casi impenetrable que un camino pedregoso y casi inaccesible me impedía la consumación de mi mayor deseo.
Bien es cierto, que la penetración primera no ha sido del todo satisfactoria, por cuanto he de admitir que en el último empujoncito, he recibido un poco de ayuda exterior, y la compenetración de ambos cuerpos ha sido algo penosa, sin embargo habida cuenta que he tomado buena nota de todo el proceso, espero y deseo, que en sucesivas penetraciones el proceso se dulcifique y el éxtasis de su posesión sea completo y duradero.
Agradecimiento a tantos y tan sabios consejos de buenos amigos y doctorados en la materia, de los que más adelante haré cumplido reconocimiento desvelando su identidad, para que otros, que como yo, precisen de su inestimable ayuda.
Todo se inició cuando en cierta ocasión, tiempo ha, preséntoseme la dulce ocasión de compartir entrañable comida con personas de enorme categoría humana y grandeza de espíritu, con una apertura y acogimiento que hicieron que me sintiera
renovado en mi interior.
Aquello no fue fruto de un día, entendí que la finalidad de acto, formaba parte de un proceso iniciado algo antes, y que pretendía aunar a todos los compañeros de colegio que habían sido una piña en la infancia y juventud.
Poco a poco, favorecido por su generosa acogida, y apoyado en la "conocencia" que tenía de casi todos ellos, se me consideró uno más y aquí sigo.
A partir de ahí, en narración rápida, diré que me empapé de sus costumbres, entendí su filosofía, compartí sus palabras en los finales de las comidas, acaté el sabio mandato del Alcalde Presidente y todo era miel sobre hojuelas, hasta que un instinto "maligno" de "sana envidia",(si es que existe), se apoderó de mí, y quise ser partícipe de los escritos para poder integrarme aún más.
Para ello, la primera dificultad era manejar un ordenador.
Yo he de confesar que tenía conocimiento de su existencia porque en mi propia oficina, cada uno de los integrantes, lo primero que veían sobre su mesa era el dichoso artefacto. En la única mesa donde no había cabida para él era la mía.
Mi excusa era siempre la misma, para qué necesito yo eso, si cuando quiero algo os lo pido y no tardáis nada en dármelo.
Alguien incluso tuvo la osadía graciosa de regalarme uno de juguete, para "cachondeo" general.
A pesar de todo, me mantuve firme en mis principios.
Y mira por dónde, esta Pandilla de Zarcos, fue capaz de torcer mis convicciones, y tuve que agachar la cabeza en silencio, y solapadamente insinué a mi hija que me gustaría poder escribir en el terrorífico aparato. Como me dijeron que los diez aparatos que conservaba ya no servían, me arrojé al abismo y adquirí un portátil.
Ahí se inició el calvario, durante no sé que tiempo aprendí a manejarlo sólo como auxiliar de escritura, y los envíos al gran Herodoto, Micklos, Paco Fernandez, y alguno más no eran manipulados por mí mismo, la ayuda era externa.
Hice partícipe de mi secreto a los más cercanos, el Gran Micklos, durante los desayunos domingueros y al cálido olor impregnante de los churros, colaboró de manera "desinteresada", y muy eficazmente al lento desarrollo, de mi precario avance, igualmente el no menos grande Herodoto, también ayudó, no sin esfuerzo, fui caminando por esa difícil senda.
El siguiente paso, contratar ADSL, ¡Madre mía!, eso ya ha sido casi de suicidio, a veces, me dan ganas de alinearme con el "Alcalde", rebelde donde los haya, como yo antes, a beber de la "fuente del conocimiento", que lo resuelve con facilidad escribiendo a mano, dándoselo al "negro" llamado Micklos, exigiéndole mejora y premura en la confección de sus versos y comiéndose además uno de los churros que le traen al "esclavo".
Sea pues este mi reconocimiento a los asesores prodigiosos de mi avance.
Mi última y decisiva decisión de seguir adelante con mis cuitas, definitivamente ha sido la reflexión vergonzosa que me ha hecho al pensar que mi nieto de dos años recién cumplidos, será pronto un experto y eso ha sido mayor que todas mis fuerzas.
Por todo ello, hoy con el orgullo latente del deber cumplido, lanzó a todos los vientos la noticia. "He penetrado yo solito en el complejo mundo del saber cibernético". Bendito sea Dios y sus apóstoles, Micklos y Herodoto.
Envío este correo a mis muchachos.
EL BARDO.

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