Picota de Presencio

Picota de Presencio

domingo, 19 de mayo de 2013

¿QUIZÁS FUE DEMASIADO PRONTO?


Hoy al sentarme a escribir, quiero dejar volar mis sentimientos y liberar mi corazón, para plasmar los impulsos  de uno y los pálpitos del otro sin atenerme a reglas ni signos. Después quizás al releerlo intente dar conexión y forma a lo que brotó espontáneamente.
     Quiero zambullirme en la certidumbre de que, realmente cuando uno nace empieza a morirse, quiero creer que ese proceso forma parte de la vida misma, por ello, quiero pensar que el efímero tiempo de paso en el que transitamos por ella, no es más que un regalo puesto a nuestra disposición, cuyo fin es ir acumulando méritos en nuestro ser para alimentar el alma, única sobreviviente real que nos llevará a la otra dimensión.
     No debe causar pena ni tristeza  el fin material, no se debe manifestar pesar por su despedida, la frontera entre lo uno y lo otro se materializa a través de un simple muro virtual,  cortina transparente y sutil, a la que todos acudiremos y que, en el momento oportuno habremos de atravesar dejando atrás ese cuerpo que, portando el espíritu no es más que un pasaje para sólidos y líquidos.
         Por ello, a un lado de ese muro quedará el “soporte” utilizado, para que pueda volar libre y feliz el verdadero valor del ser, la verdadera esencia de la vida su alma que, liberada de ese lastre, pasará al otro lado etéreo y luminoso para completar su ciclo hacia Dios.
       Hemos de pensar que ese paso es de paz y gloria, fue puesto a nuestro alcance como premio, nunca lo contrario, esa transición lo es hacia algo mucho mejor, ¿Acaso no provoca el afloramiento de los mejores sentimientos en sus seres más cercanos y amigos?.
     Y a pesar de eso, siempre los que siguen esperando piensan que,  “quizás  se fueron demasiado pronto”.
EL BARDO.