Picota de Presencio

Picota de Presencio

martes, 8 de enero de 2013

FÁBULA LOS MELLIZOS

Un amigo de hace muchos años,   muy querido por mí, me ha hecho llegar una pequeña fábula. Es una lección de Fe, que he bautizado con el nombre de "Los Mellizos",  y la inserto a continuación:

En el vientre de una mujer embarazada se encontraban dos bebés. Uno pregunta al otro:
-¿Tú crees en la vida después del parto?
- Claro que sí. Algo debe existir después del parto. Tal vez estemos aquí porque necesitamos prepararnos para lo que seremos más tarde.
- ¡Tonterías! No hay vida después del parto. ¿Cómo sería esa vida?
- No lo sé pero seguramente... habrá más luz que aquí. Tal vez caminemos con nuestros propios pies y nos alimentemos por la boca.
- ¡Eso es absurdo! Caminar es imposible. ¿Y comer por la boca? ¡Eso es ridículo! El cordón umbilical es por donde nos alimentamos. Yo te digo una cosa: la vida después del parto está excluida. El cordón umbilical es demasiado corto.
- Pues yo creo que debe haber algo. Y tal vez sea sólo un poco distinto a lo que estamos acostumbrados a tener aquí.
- Pero nadie ha vuelto nunca del más allá, después del parto. El parto es el final de la vida. Y a fin de cuentas, la vida no es más que una angustiosa existencia en la oscuridad que no lleva a nada.
- Bueno, yo no sé exactamente cómo será después del parto, pero seguro que veremos a mamá y ella nos cuidará.
- ¿Mamá? ¿Tú crees en mamá? ¿Y dónde crees tú que está ella?
- ¿Dónde? ¡En todo nuestro alrededor! En ella y a través de ella es como vivimos. Sin ella todo este mundo no existiría.
- ¡Pues yo no me lo creo! Nunca he visto a mamá, por lo tanto, es lógico que no exista.
- Bueno, pero a veces, cuando estamos en silencio, tú puedes oírla cantando o sentir cómo acaricia nuestro mundo. ¿Sabes?... Yo pienso que hay una vida real que nos espera y que ahora solamente estamos preparándonos para ella...

Una vez leída la fábula, al momento  he recordado el poema de San Juan de la Cruz, denominado: NOCHE OSCURA. Dicho poema tiene ocho estrofas, que analiza San Juan de la Cruz, en su libro segundo; de las ocho, inserto las dos primeras:

En una noche oscura,
con ansias de amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada,
estando mi casa sosegada. 

  A oscuras y segura
por la secreta escala disfrazada,
¡oh dichosa ventura!,
a oscuras y en celada,
estando mi casa sosegada. 

En el desarrollo de los diferentes capítulos del libro, se da una  lección de teología sobre la Fe, muy necesaria, para estos tiempos que corren. 
                                                                           Herodoto