Picota de Presencio

Picota de Presencio

lunes, 30 de abril de 2012

CONVERSACIÓN DE ACTUALIDAD


-¡Hola Patricia!-

-¡Hola Alejandra!, - te veo muy seria, pareces triste y preocupada ¿que te pasa?-
 -¡ Que va a ser!, Paco y María, cada vez me resulta más difícil soportarlos, están todo el día fuera de casa, se levantan se van a la calle desde por la mañana sin decir nada, se pasan todo el día fuera, y no aparecen más que para comer y dormir, y a veces, ni siquiera vienen a comer.
 Cuando los veo es aún peor, no hay forma de entenderlos, se pasan el día contándome cosas extrañas, y al final terminamos siempre peleando. No hay forma de entenderlos, me hacen la vida imposible y ya no puedo con ellos.
 Fíjate, el otro día la sorprendí hablando con una amiga suya y no paró de quejarse de mí, no me tiene el menor respeto ni consideración, ¡estoy harta!.
Siempre me llevan la contraria.
 El martes pasado, tenía una cita con Laura y cuando voy a coger el coche empiezo a buscar las llaves, y nada, se lo habían llevado. Sin preguntarme siquiera y sin darme la más ligera explicación, me dejaron completamente tirada, tuve que llamar un taxi de prisa y casi no llego a la hora, ¿Tú crees que es posible actuar así?.
Bueno y eso no es todo, ahora les ha dado por coger el dinero que hay en la caja, y sin permiso alguno, me la dejan vacía, no sé lo que voy a tener que hacer con ellos.
 De esta manera es imposible seguir viviendo bajo el mismo techo. Lo tengo decidido, voy a hablar seriamente con ellos, hay que resolver este problema de una vez por todas.
 Los voy a sentar y les diré: Mirad, he pensado que ya sois bastante mayorcitos para seguir viviendo aquí, lleváis muchos años bajo el mismo techo y ha llegado la hora que penséis en independizaros, así que buscaros un pisito pequeñito y comenzad una nueva vida, debéis empezar a volar por vosotros mismos.
En esta casa me es imposible oir constantemente vuestras quejas y no queréis entrar en razones, así que es lo mejor para todos. ¿Que te parece, Patricia?.
 -Estoy completamente de acuerdo contigo, Alejandra a mi me pasa exactamente lo mismo,..... "CON MIS PADRES"

EL BARDO.

miércoles, 11 de abril de 2012

MI AMIGO EL GORRIÓN


Advertí por primera vez su presencia con la llegada de la primavera.

Era una mañana tranquila como llama a la que no dé el aire, cuando -como tantas otra-me encontraba inmerso en la lectura de un libro con mis cinco sentidos y el alborotado trinar de unos pájaros sobre un árbol cercano del jardín, hizo que se interrumpiera mi ensimismamiento, para dirigir una mirada inquisitoria de reproche a aquellos pequeños que se atrevieron a romper la calma.

Ellos no percibieron  mi contemplación y siguieron con sus cuitas. Miré con mayor atención y pronto comprendí el origen de su disputa, tres gorrioncillos pintureros, valientes y atrevidos, se disputaban con frenesí no excento de furia, el favor de una pizpireta "damisela" que con saltitos alegres y acompasados, sobre el pretil de la tapia cercana, coqueteaba con  ellos dispuesta a elegir al más fuerte y decidido compañero.

Fué aquello un original, y atractivo espéctaculo, que hizo acrecentar mi atención para satisfacer mi curiosidad de saber cual de aquellos sería elegido, pero enseguida salieron todos volando y no pude averiguarlo.

Algunos días después, un acompasado y contínuo trinar en el mismo sitio volvió a requerir mi interés, esta vez, era un sólo ejemplar el que se pavoneaba altivo, desafiante y exultante sobre la tapia. Hinchaba el pecho, abría sus alas y parecía con ello querer agrandar su presencia.

De entre las ramas del árbol, apareció ella, ágil, ligera, esbelta y a la vez sumisa, se le acercó juguetona y ambos se enzarzaron en un bello juego de amor.

A partir de aquel día, cada mañana movido por mi curiosidad me acercaba al sitio y sin mayor esfuerzo me encontraba con él, siempre vigilante, siempre al acecho. Nos mirábamos pero ambos manteníamos nuestra distancia.

La misma operación repetía constantemente, cada vez acercándome más a él, pero si me pasaba del límite establecido a su permisivo consentimiento,  protestaba enégicamente, sus trinos se hacían más penetrantes intentaba alejarme, pero comprendía su impotencia y levantaba el vuelo alejándose apenas unos metros sin dejar de acecharme, para volver de nuevo a su otero en cuanto me alejaba. Yo no sabía cómo tratar de hacerle comprender que solo quería ofrecerle mi amistad.

Así transcurrían los días y a ella apenas la veía, hasta que mi paciente observación obtuvo el premio deseado. Un frenético ir y venir de ambos llamó poderosamente mi atención, se produjo con una frecuencia matemática, se turnaban en los desplazamientos, cuando él llegaba salía ella, la esperaba para iniciar su próximo viaje hasta su regreso y ambos indefectiblemente portaban alguna ramita u otro material en su pico. La labor era constante e ininterrumpida, no se daban descanso.

Quise mostrar más abiertamente mi intención de acercamiento ofreciéndoles mi amistad, para ello, les proporcioné las mejores migas de pan blando y desmenuzado, en un recipiente junto a un pequeño bol con agua cristalina, que coloqué junto a las ramas por donde ellos entraban y salían,  permanecí no muy alejado para obligarles a soportar mi presencia.

Fué ella elegante y decidida, la que primero aceptó mi oferta, salió, oteó, picoteó un poco, retrocedió indecisa, volvió después y repitió el ceremonial varias veces, hasta que ya confiada, con alegre canto y dulce mirada aceptó mi presencia.

El aún se resistía, me miraba con desconfianza, y casi diría con celos, por haber conquistado la confianza de su linda novia.

Ella venía sin temor alguno, comía y bebía despreocupadamente, quise premiar aún más su confianza añadiendo un suculento postre a su dieta, así que le traje un trozo de manzana que agradeció con sonoros trinos. Se volvió hacia él que seguía observando indeciso y con sus dulces cantos le convenció para vencer sus recelos, se unió a ella por fin. Mi amigo me había aceptado de una forma tan natural como la corriente de un río, como el viento mece el trigo maduro, como el brillo de las hojas movidas por la brisa o como las nubes van pasando.

La alegría apenas podía ser contenida en mi pecho

Pasaron unos días sin grandes cambios hasta que empecé a notar largas ausencias de mi amiga, él seguía siempre firme en su lugar. Ya no iban y volvían, ella se mentenía internada entre las ramas y apenas salía de vez en cuando para acompañarle en las comidas.

Haciendo uso de la confianza a la que me había hecho acreedor, me atreví a proceder aun mayor acercamiento para investigar la causa de sus ausencias, tomé una pequeña escalera y trepé  hasta que pude descubrir su hogar, era un encantador nidito perfectamente construído, en el lecho habían depositado ligeras plumitas sobre las que estaban depositados dos blancos huevecillos, que ella, con dulzura, con delicadeza vulnerable y tierna como los jacintos salvajes, acariciaba, me miró orgullosa. La admisión de mi presencia la interpreté como una invitación a la intimidad de su casa.

Sólo cuando la veía aparecer de nuevo con sus alegres saltitos, me atrevía a asomarme de nuevo a su hogar, entonces el número de huevecillos había aumentado, era como un aviso de su nueva hazaña, sumaban ya, cuatro.

Los espacios de ausencia se fueron aumentando, él en ocasiones abandonaba por escaso tiempo su vigilancia y se adentraba para verles.

Llegó el momento en que observé que cuando ella salía, en vez de comer sobre las ramas, cogía con su pico el alimento y se introducía en el nido. Una vez más me sentí invitado y volví a ver lo que pasaba. Al asomarme, ví cuatro "enormes" picos abiertos amenazando salir del nido ávidos de comer con un apetito insaciable, la madre ayuda por él, no paraban de introducir la comida en sus bocas. Reforcé las raciones y tuve que alternar la lectura con la atención a mis "vecinos".

Los pequeños cada vez hacían más ruido y crecían por momentos, ya ambos padres aceptaban mi presencia sin traba alguna, podría decirse que el concepto de amistad y cariño eran recíprocos.

Unas semanas después, un incensante piar llamó reclamó poderosamente mi presencia y me precipité a visitarles, mi sorpresa no fué menor que mi alegría, al ver a los seis componentes de la familia alineados sobre el pretil de la tapia. Estaban dispuestos a partir. Fué una despedida no por esperada menos triste. Ella con sus ojitos negros y redondos me miró agradecida, él ahueco las alas inchó el pecho y lanzó un fuerte y largo trino, era su despedida era su adiós a un amigo.

Una última mirada un revoloteo alrededor de su hogar y todos partieron  felices hacia su nueva vida, ya no vendría más a mis almuerzos.

Quizás en la próxima primavera, pero... como "las golondrinas que vuelven,... no serán las mismas", aunque en mi corazón lo seguirán siendo, ahora sé comprender su lenguaje y empezaré de nuevo, yo les estaré esperando.

La alegre luz de la vida que iluminó mis mañanas con ellos desapareció, dejando que la delgada luna bicorne asomara tímida entre las nubes del desconsuelo-

EL BARDO

CONFÓRMATE


Al llegar al ocaso de mi vida, más de una vez oigo una voz que resuena dentro de mí, como una caracola vacía en la orilla del mar.

Esa voz se manifiesta cuando pienso en el "tiempo", como ente cronólogico de de la vida, que me depara dos conceptos:
-El primero-, que dispongo de más cada día, para reparar en la belleza de la naturaleza que me rodea, el mar, el color de las flores, el olor a tierra mojada después de la lluvia, el rocío acariciador del amanecer del nuevo día, el canto alegre de los pájaros, el brote triunfal de las plantas en la primavera, la vida que se renueva y surge por sí misma.

-El segundo-, que si bien dispongo de más "tiempo" cada día, no es menos cierto y triste, que me quedan menos días de disfrutarlo. Por eso, el desaliento que penetra en mi espíritu, trae consigo las nubes del pesimismo, que debilita el calor de un sol pálido sin virtud, que asoma a través de ellas, y el aliento se cierne ante la boca como una humareda en calma. Resuena de nuevo ¡CONFORMATE!.

El ágil vuelo de los pensamientos, me permite en segundos, rememorar ahora los momentos vividos con sus luces y sus sombras con la perspectiva cierta de toda una vida.

Las SOMBRAS, formadas por todos los reveses y escollos que se interpusieron en mis ideales, e hirieron mis sentimientos haciendo germinar en el mantillo fecundo del dolor silencioso, el mayor desconsuelo.
Pero se puede estar hundido en la tumba de la desesperación y el fracaso, en el infierno de la impotencia sintiéndose enfermo y preso, y sin embargo, se puede conservar el alma viva y con ella un resquicio de esperanza.

Esa esperanza de pronto surge como una chispa de luz, que ilumina la oscuridad creada, sanando al enfermo y concediendo la libertad al preso. Sonará al mismo tiempo el dulce tono de un violín,se inflamará con el toque agudo de una corneta y parecerá tronar con la musicalidad de un órgano. De la faz sombría de los sucesos, brota cantando la fuente clara de una sana alegría.

Entonces, el júbilo me llenará internamente de "dolorosos" goces, que como ríos de fuego corren y se deslizan por las mejillas, son las lágrimas que acompañan al nuevo eco-¡CONFORMATE!-

Cuando ese tiempo del que dispongo cada día me permite leer y leer, tantos y tantos libros de autores que hacen vibrar mis más intimos sentimientos, que me enseñan y descubren cuanto me gustaría encerrar en mi mente y acariciar en mi alma, disfrutando con el gozo de esos acompañantes inmóviles que me esperan y me ofrecen, su ciencia, su ingenio, su conocimiento de la vida, su historia y sus aventuras, de nuevo me asalta la inquietud al considerar que ya no poseo los días necesarios para abarcarlos, recibirlos y absorverlos todos como quisiera.

El alma viva aún con fuerza y esperanza, se impone una vez más y sólo considera lo que puedo todavía ver, tocar, admirar, amar y poseer de lo que más quiero, los míos, los amigos y sobre todo mi familia. Es tal el tesoro que sigo teniendo, que se magnifica el tiempo que todavía dispongo para sentir la felicidad de su cercanía, de su compañía y que supone el complemento estelar de mi alma.

Y una vez más resuena como otras veces con mayor fuerza,-¡CONFORMATE!- ....... y da gracias a DIOS, que aún estás a tiempo.

EL BARDO.