Desayunos, desayunos,
desayunos de Marbella;
tres amigos lo realizan,
y los tres hacen sin prisa,
la tertulia más castiza.
Allí se toman a risa
los ripios que "a buena guisa"
por el blog han circulado.
Pero hay un cuarto amigo,
Herodoto, por más señas,
que interviene y "otrosí digo"
participa en la contienda.
Lo hace desde el Rincon.
Lo hace sin desaliño,
y con la misma ilusión
que cuando éramos niños.
Miklos, el Bardo y el Calvo,
!que buena combinación!
y por si esto fuera poco
Herodoto en el Rincón.
!Que reunión tan hermosa,
analizando la prosa,
los ripios y los poemas!
!La verdad que el madrugón
ha merecido la pena!
Café con churro en Marbella,
y también en el Rincón...
Juan Benítez ("Herodoto")
jamándose su ración.
El Bardo ya no se acuerda
de cuando jugaba al tenis,
le gusta tanto esta juerga...
El Calvo da su opinión
y dice con gran desprecio
que el ripio es obra menor.
El ideólogo de Miklos,
piensa con mucha razón,
que aquel que no acepte el reto
lo que es,... es un cagón.
Los churros están contados,
mas el que acaba primero
ayuda a su compañero.
Ya se ha acabado el café,
la tertulia ha terminado.
Empiezan las despedidas,
!hasta la próxima vez!.
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