PENSAMIENTO (con una " mihita" de "bicha" al final)
Dulce sueño, te siento llegar cuando acomodado en mi mullido sillón, espero imaginando tus lentos y sigilosos pasos, calzando los piés con tiernas zapatillas de ballet. Delante, el confortable calor del fuego en el hogar y sólo acompañado por las juguetonas figuras producidas por las llamas y el leve crujir de los de los leños ardientes.
Transpórtame contigo al placentero disfrute de la dejación de los sentidos.
Sumérgeme en la tibia ingravidez de tus dominios.
Llévame al mar, respiro mejor en la orilla.
Que las olas repitan en la playa su murmullo de seda frotada y de caricia.
Disfruto aún de los prolongados atardeceres rosa, en el horizonte infinito.
Manténme disfrutando del éxtasis intemporal que me regalas en tu reino imaginario.
Prolonga mi estancia junto a ese mar de olores penetrantes para inundar mi alma de fragancia de sal y colores violetas.
Quizás quepan en ese dibujo, marengos de arremangados pantalones que inclinan sus cuerpos por el esfuerzo imprimido a la extraccíón de las redes, clavando sus piés en la arena, el sudor perlando sus frentes, y sus caras curtidas por el sol. La recompensa pronto aparece como vivas formas plateadas, entre la maraña que las aprisiona.
Dulce sueño, ¡Ojalá! que el más profundo, aquél sin retorno, se conforme en esta estampa y me traslade para siempre al cielo que siempre imaginé.
ELBARDO.
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