Picota de Presencio

Picota de Presencio

lunes, 26 de diciembre de 2011

30 DE NOVIEMBRE.

Y por bien tengo cosas que relatar, acontecidas en la fecha que se  indica. Expléndido día despejado, límpido cielo azul, trece horas en Canarias, ni una sola nube se apreciaba, fuéronse todas a León para ser recontadas.
 Púseme en marcha, a lontananza esperaba el que alto cargo ostentaba,  esperar no fuera nunca de su agrado, más ser él remolón era a veces su afición, por ello aceleraba, cumplir fielmente deseaba.
 Pláceme aseverar que en aquesta ocasión el mandatario en cuestión, apostado en esquinazo oteaba el horizonte a la par que con teléfono en ristre platicaba, con quien creyera que yo fuera, para ordenar que allí lo recogiera en vez de en su morada, pero al notar mi presencia, mirando al aparato ordenante, la sorpresa se hizo patente, ¡rediez !, ¿a quien pues requiero? si el interfecto está presente. A cualquiera el hecho preocupara, más él, jamás se inmutara. Por salir de la duda al otro preguntara, ¿quién sois vos?, y cuando se identificara, con naturalidad, como si nada pasara, saludó, algo le trasmitió y tan taranquilo se quedó.
 Hacer méritos con él es preciso, por tanto ofrecer agrios caseros recolectados en la mañana de mi árbol bondadoso,  en sabiendo que a él se le hace gustoso, pláceme portarle con respeto. Como viera lo que trajera, sin pudor el regreso a su casa ordenara , dejar el obsequio en el frutero precisaba.

Si agrios son los frutos, dulce es su acogida, satisfecho y  henchido de gozo es de natural fumar un cigarro, exalar bocanada de humo, ahumar el recinto, esparcir las cenizas, mecidas por el viento y recordar con ello, la "dulce navidad", con la caída de los copos blancos de nieve, el asiento trasero eso pareciera, y además la grata incertidumbre ¿ En el asiento o las alfombrillas caerá la lumbre?.

Primer etapa concluída, cambio de "carro" y conductor programado, asiento delantero ocupado, yo, denostado atrás, para aliviar el asiento de la supuesta nevada de ceniza, proctector avispado de los restos de la toba chupados,
 Travesía excelente, Miklos eficiente, comunicador prominente, actualidad de noticias y comentarios políticos y financieros aciertos  permanentes,  gozo de estadio, cómodo asiento, nevada perpétua y conocimientos transmitidos ¿algo más pudiere haber pedido?.
Sin quererlo Miklos, olvidare el GPS, más con gesto pensativo asume de modo instintivo, sustituir el GPS referido, por e FMO, más listo, más cercano, incluso amoroso y decano, que conocedor de antemano del circuito requerido, perlando su brillante "casco", su intelecto pone en marcha para la idem.dirigir. Gira a la derecha,vuelve a la izquierda, de nuevo a la izquierda, está cortado por obras, no importa, vuelta a la rotonda, gira a la izquierda, sigue de frente cruza adelante, enfila la avenida y de vuelta al origen.

Percatóse el "conductor" de tan buena intención, no sólo era su deseo aparcar en el sitio, sino enseñar la ciudad a sus apreciados amigos. Como de los acompañantes no fuera esa su intención, con buen criterio Miklos, dos vueltas al ruedo dió, mas acontinuación haciendo propios sus impulsos y desobedeciendo a su FMO, giró guió y sin más ACERTÓ.

Segunda etapa, el maratón, pues no más aparcar el lugar tan cerca no estaba, FMO, informaba (conocedor de LA META), que casi mil metros faltaban. Cúponos la gracia de afrontar el desafío dos renqueantes de rodillas y un apolíneo, pero tocado de cadera, que informádonos ha. Pareciera el resultado de partido de fútbol, cojos 2, caderas 1.
 En ese menester estuvieran, cuando oteando FMO se encontrara, y una voz de una esquina sonara, venid oyóse al instante, agrupados ante la reja de una ventana un grupo de "polletones" de todos apreciados, jarra en mano y cual cuadro andaluz castizo, del enamorado arrullando a su pareja. Arremolinados todos, tapeando lo suyo, bebiendo cerveza y hurtando las gambas ajenas del otro lado de la reja, no de la niña de sus ojos, sino de un tío cachondo que al ofrecerlas, perdiose ya que la concurrencia, educada en apariencia, aceptaron la oferta, y de gambas ni los bigotes dejaron.
Fuere el anfitrión Juan Gálvez, los demás consumidores y no solo invitare sino que además proveyere, trajere, pidiere las tapas y a todos abrazare, nunca mejor dicho aquella coplilla que decía, "al revolver de una esquina me dí de cara con él".....
 De allÍ a la meta ninguna duda hubiere, los demás el sitio conocieren, no más peligro de va y vienes, en llegando al lugar todo fueron parabienes, que a gusto se estuviere en compañía de los que quieres.
 EL BARDO.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

LA PRIMERA VEZ

A mi edad me vienen a la memoria muchos más recuerdos del pasado que del presente.
Voy a tratar de recordar “MI PRIMERA VEZ”.
Fue allá por la primavera del año 1957 cuando me ocurrió.
Formábamos un grupo de siete amigos de edades muy parecidas cuando conocimos a otro grupo de chicas que estudiaban enfermería. Todas ellas de una belleza y simpatía que nos alteraban las hormonas. Era tal la influencia que sobre nosotros ejercían que nos tenían a su alrededor como animales en celo. Todo lo que decíamos se convertía en risas y comentarios: ésta me gusta más, ésta otra es más simpáticas; ellas comentaban lo mismo pero con disimulo. Entre ellas había dos chicas que, a mi íntimo amigo y a mí, nos traía por la calle de la amargura con su simpatía. Disponían de unos cuerpos y siluetas propias de unas mujercitas de dieciséis años. Sus nombres Carmen y Ana.
Como todos los jóvenes de la época solíamos pasear por el parque, calle Larios y adyacentes, no nos atrevíamos a pasar por calles solitarias o de mala reputación –educación moral-religiosa de la época- Digo solo pasear porque entre otras cosas no teníamos ni un duro para ir al cine. Eran las dos únicas distracciones de las que disponíamos en aquel tiempo.
Se aproximaba las vacaciones de Semana Santa y hacíamos planes para ver el máximo de procesiones. Cuatro de ellas eran de fuera de Málaga, que debían de pasarlas con sus familias. Le insistí tanto a Ana que decidió mentir a sus padres para quedarse, diciéndoles que se quedaba en Málaga porque tenía algunas asignaturas retrasadas. Pasamos las mejores vacaciones de nuestras vidas por el simple hecho de llegar a nuestras casas después de las diez de la noche y recorrer todas las iglesias viendo salidas, entradas e itinerarios de las cofradías. Las risas, alegría y libertad de correr por las calles sin la compostura y comportamiento que nos exigían.
Cada Semana Santa la recuerdo con gran cariño y añoranza, pensando lo maravillosa que es la juventud.
Pocos días después de las minivacaciones fuimos emparejándonos, quedando mi amigo con Carmen y yo con Ana, que a su vez eran íntimas amigas.
La moral de aquellos tiempos no nos permitía ir abrazados, ni la mano por encima del hombro, como mucho nos cogíamos, disimuladamente, de la mano, dándonos tropezones con nuestros cuerpos. Nuestras conversaciones eran tan ingenuas que solo era alterada por algunas emociones calóricas que tardaban cierto tiempo en desaparecer. ¡Qué sensaciones tan emocionantes sentíamos y difícil de repetir!
En cierta ocasión, decidimos mi amigo y yo retirarnos del paseo del parque metiéndonos entre la arboleda con la intensión de besarlas, pero solo conseguimos un abrazo. Las chicas se enfadaron y volvieron al paseo, quedándonos solos, cortados y con una erección que tuvimos que introducir una mano en el bolsillo para sujetarla. Nos costó varios días que nos hablaran. Pero acudían a nuestras citas.

Un día del mes de mayo, ellas descansaban de las guardias; nosotros hicimos “la piarda” No sabíamos en que ocupar todo el día y decidimos hacer una excursión al Monte Coronado.
Fuimos a recogerlas al Hospital Civil. Cuando las vimos aparecer con las faldas un poco más corta de lo habitual, por encima de las rodillas, pecaminosa
para aquella época, nos quedamos con la boca abierta admirando aquel atrevimiento. Los ojos salieron de sus orbitas saltando de alegría ante tanta belleza y sensualidad. En mi cuerpo saltó un chispazo y un cosquilleo que nublaron mi mente.
os saludamos con una sonrisa chispeante. Nos cogimos de la mano. Pasamos por Martirico, embriagándonos con el olor de los eucaliptus que poblaban toda la zona. Nos metimos por un cauce de arroyo-camino que desembocaba en el sendero que conducía a la coronación del monte. A partir de ahí, le pusimos el brazo sobre el hombro, que no rechazaron. La respiración y el latir del corazón se nos alteraron tanto por la subida como por el nerviosismo que nos producía el estar tan junto.
Hicimos algunas paraditas que aprovechamos para darle besitos en la cara, que al principio no querían, pero a partir del tercer descanso aceptaban sin reparos.
Cuando llegamos a la cúspide nos dejamos acariciar por la brisa que refrescaba nuestros cuerpos, como si fuésemos los protagonistas de la película Titanic en la proa del barco.
Al bajar y en la pared de la corona del monte vimos una pequeña oquedad con una especie de poyete que nos permitía sentarnos. Nos besábamos con pasión. Nos acariciábamos todo el cuerpo sin llegar a tocarnos el sexo. El corazón latía a toda velocidad, la respiración entrecortada y profunda nos producía un temblor en las piernas difícil de controlar. Era tal la estimulación y pasión que ninguno de los dos pudimos reprimirnos el deseo de la penetración. Noté como traspase su virginidad que le produjo un pequeño encogimiento. En cierto momento, ella se abrazó a mi cuello con tanta fuerza que creí que me lo rompía. Emitía un sonido entre risa y llanto que yo desconocía. Cuando llegamos al punto álgido tuve el limitado control para apartarme. Nuestros cuerpos permanecieron unidos en un abrazo hasta que nuestros corazones y respiración, después de quince minutos, volvieron a su estado normal.
Entramos en un estado de felicidad y paz difícil de expresar. Nos reunimos con nuestros amigos, que con cara de satisfacción y alegría les había pasado como a nosotros. Después de un rato de caricias y besos bajamos el monte mirándonos, como si anduviéramos sobre nubes, con el cerebro plano y el corazón henchido de cariño. Sin darnos cuenta nos encontramos, de nuevo, bajo los eucaliptos.
Al despedirnos de ellas lo único que nos preocupaba era el posible chispeo antes de la lluvia. Ese miedo, que nos tuvo angustiados, desapareció a los pocos días. ¡Qué mal lo pasamos!
Ella me enseñó a conocer lo que siente una mujer ante las caricias, el cariño y la pasión. Desconocíamos los placeres y emociones del sexo, por causa de la educación moral que nos inculcaban nuestras familias y colegíos: el temor a la muerte en pecado mortal y la deshonra de las mujeres. Así mismo, los chicos de nuestra edad desconocíamos, por lo menos por mi parte, la naturaleza y sentimientos de la mujer. ¡Que ignorancia!
Después de lo ocurrido no volví a confesar. Lo consideré como algo mío, íntimo, que no debía compartir con nadie. No sentía arrepentimiento. La fuerza de la naturaleza es muy superior a la moral que siempre nos han impuesto. Era tal la represión sexual que estaba prohibido la venta de preservativos. Esa mentalidad ha producido la rebeldía de las juventudes que nos siguieron. Aunque, no estoy de acuerdo con los extremos que hoy vemos.
He conservado en mi corazón este secreto hasta el día de hoy.
Mi amigo se casó con Carmen. Ana y yo nunca volvimos a repetir ese encuentro, fue el único. Vivimos unos meses de cariño, alegría y felicidad, hasta que los padres de Ana decidieron emigrar al extranjero. Aunque nos escribíamos, el tiempo nos separó definitivamente.
Cada vez que paso junto al campo de futbol de La Rosaleda, miro hacia ese monte tan entrañable, tapado por múltiples edificios y recortado como cantera, siento como un gran muro lo aleja de mi vida.
Hoy, recordando la primavera y verano de aquel año, me está invadiendo una nostalgia, tristeza, frustración y soledad, que como losa pesada cae sobre mí. Con el tiempo trascurrido, creo que soy víctima de una maquinación de Cupido, que me hace añorar, el corto tiempo pasado que compartí con Ana, recordando otros días y anocheceres ya pasados que nunca volvieron a repetirse.
En este tiempo en el que comienzo a envejecer y mi corazón empieza a estar cansado, me hace recordar aquellos paseos cuando al atardecer el puerto y la farola se cubrían de rojizos rayos de sol. Camino hacia las calles del centro, que comenzaban a iluminarse huyendo de la oscuridad, la piropeaba alabando la belleza de su rostro y silueta; mirando al suelo, sonrojada como lágrimas de granada, me contestaba: “no es verdad”. Recuerdo también, como me miraba con una sonrisa de cariño cuando la saludaba con un: “estas guapísima, eres deslumbrante”. Que alegría más grande me producía poder disfrutar de su compañía. Ana tenía la frescura y la hermosura que a esa edad la naturaleza otorga a las mujeres.
¡Qué bella es la pubertad cuando descubres un mundo de sensaciones! Muchos estudios sobre materias educativas y una gran ignorancia sobre el despertar de los sentidos.
Jamás en mi vida he vuelto a disfrutar de la felicidad que Ana me dio. Nunca he podido olvidarla.
Cuando mis hijos entraron la segunda década de sus vidas, comprendí el gran riesgo que corrimos aquel día sin los medios protectores de los que disponen los jóvenes en esta época. Pienso en la responsabilidad y vida de unos adolescentes, que señalados por el “pecado”, pudimos ser castigados por la mancha ocasionada al “Honor Familiar”... A mi edad, comprendo que la fuerza de las testosteronas -porque las he sentido- puede llevarnos a cometer las mayores de las irresponsabilidades.
AMADOR

martes, 1 de noviembre de 2011

EL BLOG ESTÁ TRISTE

El blog está triste, ¿qué tendrá el Blog?. Pensando en esta reflexión, que de pronto se me viene a la cabeza, he querido añadir esta otra, que proviene de la mirada atenta de una chimenea donde plácidamente unos leños bien alineados, producen una juguetona llama inquieta, dispar formando mil figuras que suben y bajan, que chisporrotean en ocasiones, como llamando la atención para que no se caiga en la rutina, y que con lengua agresiva unas veces, otras suaves, mantienen las figuras y desprenden ese calor que acaricia, a la vez que ofrece un espectro de luz y formas.
Si por simple ocurrencia, sin mayor intención, se separa un leño del resto, un pequeño desequilibrio se produce instáneamente, se aviva el conjunto, se muestra ufano el que se separó, desprende también su luz, la llama compite en solitario con el conjunto, y mira de soslayo como desafiando al conjunto, porque se erigió en indivíduo singular, él solo puede mantener la atención del espectador paciente que se reconforta con su espectáculo, pero el paciente espectador, se mantiene firme y relajado ahora sin saber porqué, observando la actividad de unos y de otro.
 Pausadamente, lentamente observa como el conjunto mantiene viva y constante su oferta de luces, colores y calor. En cambio, aquel que se apartó, poco a poco ve vacilar su energía, la llama va decayendo, su alegría se marchita, la amenaza de su ocaso se avecina, triste y medio apagado mira con gesto suplicante al sujeto que le observa y parece decirle : "no me dejes caer", ¿porqué me separaste del grupo?, se que al principio gocé de los demás, después quizás me aburriese, luego creí ser autosuficiente, y ahora, ahora comprendo que ellos son mi fuerza, mi sentido de vivir con alegría, la forma en que uniendo nuestras fuerzas, nuestros principios, nuestra efímera vida, seguiremos reconfortándonos unos a otros, y ofreciendo a quien nos rodea, luz, alegría y el calor de la vida.
 Atento al ruego de reincorporación al conjunto, bastaron unas tenazas en manos del observador, para que con suma delicadeza nuevamente el leño aislado se sumase al resto, ahora sí, ahora todos juntos, provocaron una nueva reacción explosiva del chisporrotear, como fuegos de artificio que se derramasen de alegría, compusieron mil colores, mil estrellas brotaron de sus compañeros, y todos juntos fuertemente unidos, esperaban con ilusión y alegría el destino ineludible que a todos llevaría a consumirse.
 Haciéndome eco de estas reflexiones, he cavilado en la forma de unir más aún el estrecho lazo de amistad y compañerismo que nos hemos regalado, y se me ocurre que además de las comidas mensuales, quizás sería posible a través del blog, que tan afanosa y prolijamente conduce "el gran Herodoto", se podría aportar las vivencias diarias, a las que cada uno de nosotros recurre para completar la genda de actividades, en las que sin duda habrá más de un factor común como caminar, hacer ejercicio, etc. que pueda servir quizás de guía o ejemplo a seguir por otros. Lo que a lo mejor contribuye a cerrar algo más el prieto círculo, y a un contacto más cercano.
 Yo por ejemplo, desde que dejé de jugar al tenis, mitad causa de la atractiva tertulia churrera, con "El Calvo" y "Miklos", y la otra mitad porque las "Rétulas o Choquezuelas", unidas a lo de los "Menescos", "farataos". Me propuse caminar durante una hora y media cada día, y fiestas de guardar. Al principio lo hice como creo que hace todo el mundo, empiezas muy ufano, te alejas de tu casa, miras el reloj, lo anotas mentalmente (todavía hasta ahí alcanza la memoria), y de pronto me doy cuenta de que estoy hasta los ... de andar, y me encuentro con la faena por no decir tacos. de que ahora tengo que volver, cuando más harto y cansado estoy, tremendo martirio.
 No queriendo dejar de caminar y menos aún que me ocurra lo del primer día, recordé el reconfortante paseo de los religiosos leyendo por los pasillos. Se hizo la luz en mi mente, y ahora he aprendido a leer andando, lo que me da doble satisfacción, leo que me fascina y camino que era el fin. No sé cuantas vueltas doy alrededor de mi casa, los arriates me saludan al pasar, yo paso lista a los rosales, saludo a las buganvillas, la dama de noche me guiña, el naranjo y el limón agrian su mirada cuando me ven una y otra vez, pero al final todos felices.
 Sería en mi criterio una especie de "Guía de Ocio", para "jóvenes" promesas del buen vivir. Lo que sin duda daría frescor y viveza al blog, que no solo debe alimentarse de poesía, ripios y artículos. Lo someto a vuestra consideración-
 EL BARDO.

miércoles, 5 de octubre de 2011

ANÁFORAS SOBRE EL AMOR Y GREGUERÍAS SOBRE LA VIDA

DECÁLOGO DE DEFINICIONES DEL "AMOR"

1.- AMOR:  Es la espuma de la felicidad sobre el mar del sufrimiento.
2.-AMOR: Es el fin brusco de un sufrimiento.
3.-AMOR: Es la sed a la vera de un pozo-
4.-AMOR: No es el fruto, es la Flor.
5.-AMOR: Es la atracción de opuestos.
6.-AMOR: Es la percepción de una personalidad, por su personalidad complementaria.
7.- AMOR: Es una goma elástica, que los humanos a fuerza de tirar consiguen que se alargue. Pero al cabo, si uno de los que tiraba, se cansa y suelta el extremo, la goma le da un porrazo en las narices, al que todavía seguía tirando.
8.- AMOR: Es capturar en el espejo biselado del corazón, el rayo de sol de la dicha.
9.- AMOR: Es el tormento de uno, la felicidad de dos y la discordia y enemistad de tres. Es un encanto que atrae mutuamente a dos seres y los une por deliciosas simpatías, haciéndoles felices cuando están juntos y desgraciados cuando se separan.
10.- AMOR: Es el misterio y principio de la vida.

CINCO DE LA VIDA.
1.- La más desgraciada tiene pequeñas flores de ventura entre la arena y el peñascal.
2.- Es un momento nunca calculable de antemano.
3.-Es como una mujer muy querida que no se portase bien con nosotros. Todos los días nos haríamos el propósito de dejarla, pero nunca tendríamos fuerza suficiente para ello.
4.- Es crecimiento y crecer es dividirse. Es una buena noticia cada mañana.
5.- Es una obra de teatro que no permite ensayos.
 El Bardo

lunes, 19 de septiembre de 2011

EL MAR Y EL CAMPO


Me confieso sinceramente enamorado del mar, todos los sentidos que el ser humano posee, a mí me producen una excitación profunda.
La vista se recrea en su azul intenso incomparable. El oido: Percibe con sonora acústica la musical e inconfundible sinfonía del murmullo de las olas. El olfato: impregna de perfume marino nuestra sensible pituitaria. El gusto: reboza de dicha con su salado sabor. Y el tacto: provoca esa sensación bucólica que excita las más íntimas pasiones.
Nada más reconfortante que un paseo mañanero con un acompañante que prodigando amistad y camaradería, comparte un recorrido a modo de paseo por un escenario marino, playas aún desiertas, arena prolijamente "peinada", el mar aún tranquilo, acaba de despertar, sus pequeñas olas acarician la orilla, como una lengua suave y dulce que apenas producen espuma, el sol todavía acaricia, pronto se hará más presente y manifestará el ardor de su poderío. Calzado prieto, miradas fijas en el horizonte, charla amena y propósito firme de saber difrutar del único y siempre distinto espectáculo que las aguas proponen en contínuo movimiento, nunca se repite y siempre no obstante, son los mismos componentes.
Cuando se siente tranquilo, ofrece quietud, paz, sosiego, permite que el sol se refleje creando en espejo plateado de inconmesurable belleza, cuando su despertar es turbulento muestra su enorme poderío, su fuerza indomable, su furia irrefrenable, su llegada a la orilla ya no acaricia, la lengua vomita espuma, el estruendo se hace notar al romper de las olas, uno y otro talante resuman belleza y enorme atractivo, llegar hasta el más extremo punto del espigón produce sensaciones encontradas, en la quietud visión del puertito repleto de embarcaciones de recreo, un mecer suave y silencioso, en la furia, temor amortiguado por la belleza, y el contínuo y rápido palpitar del mar que adorna el estrecho paseo con la blancura que produce su estrépito.
Volver es casi desembarcar a tierra firme, tal parece estar embarcados en una de aquellas, la mirada perdida en el horizonte donde cielo y mar se confunden, donde girando la vista, se contempla a lo lejos el blanco escenario de la ciudad. Cuesta abandonar el recinto, pero sabido es, que el itinerario marcado propone otro recorrido no menos atractivo. En una calle paralela a esa cercana escena, acoge amable y acariciadora la sombra producida por frondosos pinares que amortiguan el calor proyectado por ese sol ya despierto, que recuerda claramente su función en el estío. Olor a pino y mar, sabor a sal, calor que activa la vida y sensaciones claras de vida.

Ese amor al ambiente marino, ha sufrido sin embargo una pequeña infidelidad, a poco más de una hora, desplazándose hacia el interior, he podido descubrir otro mar, esta vez verde, las aguas se truecan en árboles, el azul se verdea, la arena se transforma en tierra, tierra marrón que denota fuerza, raza, los olivos inmóviles solo se balancean por el soplo del viento. De un  verde a otro quizás más tenue, las viñas más pequeñas, más humildes en se apariencia, también aparecen como parte componente de ese hipotético mar. La belleza en este caso es más severa, es menos cambiante, su apariencia está más enmarcada en un cuadro estático, aunque no por eso menos apreciable.
Era una tarde de verano, el sol brillante arrojaba dardos de fuego sobre prieta tierra caldeada y seca. Resplandecían las mieses en la llanura con reflejos de oro, esmaltadas por amapolas rojas, que parecían gotas de sangre. El campo se hallaba desierto, la tierra dormía con un sueño inquieto y fatigoso.
Cuando se miraba al horizonte, al igual que en el espigón, el pueblo se insinuaba con igual blancura, poco a poco fuimos acercándonos, incluso penetramos en sus calles, desembocamos en una plaza de ocho lados, el octógono era totalmente simétrico, las casas de una simpleza que al ser todas exactamente iguales, provocaban la sensación de exquisita belleza, infundía la paz del mar en calma, obligaba a hacer comparaciones hasta ahora nunca sospechadas.
Epoca de vendimia, esta vez retrasada, el clima impone su ley, las bodegas se preparan para el momento cumbre de su ajetreo, todo está pendiente del inicio de la recogida, el proceso está en estado de máxima alerta, los enólogos afinan su examen, la recogida será inminente.
En ese estadio de circunstancias, de pronto los nubarrones se amontonaron en el horizonte, habían recubierto el cielo, y las gotas sonaron de un modo opaco y precipitado, la lluvia se presentó interceptándonos la vista de la lejanía, y hasta de las cosas más cercanas. La tierra se puso a despedir perfumes intensos, ella y la hierba juntas la producían. La intensidad frenética de los goterones inundó la sutil polvoreda que levantaron las primeras. El estruendo que resonaba tras los rayos y relámpagos ofrecían un espectáculo incomparable y ensordecedor, que parecía no tener fin, la oscuridad se adueñó de la inmensa llanura, parecía que la noche se había precipitado sin avisar.
Pero lejos de instalarse por mucho tiempo, se hizo una abertura en el cielo, la lluvia se desmenuzó en un sutil polvillo de agua, un haz de sol cayó sobre el campo, corrió quebrándose en los montes, perdiéndose en las hondonadas y encaramándose en las lomas. Aquel anuncio de mejora,se  asentó en derroche solar el cielo se hizo inmenso y la luz se depositó fuertemente sobre el suelo, empapado de agua, con amortiguado brillo, reluciendo los charcos como trozos de espejos desparramados.
Estas tormentas en el mar se hacen más espectaculares si cabe, cielo y mar fundidos hacen del aparato eléctrico flechas luminosas que hieren la superficie del agua, las gotas se asemejan a un infinito ejército que desfilan sin control a su contacto con el agua.
Mar y campo, campo y mar, dos amores ahora a compartir sin menoscabo de ninguno.
EL BARDO.

lunes, 8 de agosto de 2011

RESPUESTA A F.M.O.-- "Desde la ventana".


Se me permita este ripio,
para justificar el principio.
Responder con poema,
esta vez es el tema.

Tomando como base,
sus elegidos argumentos,
Buscaré la frase,
con similares sentimientos.

Él no desciende su estilo,
intentará subir el pupilo,
que no desea epatar,
tan solo intenta contestar.

Todas las estrofas contienen,
alguna de sus expresiones
Hecha la introducción,
allá va la composición.

¿POEMA?

Ventana de madera en azul pintada,
reja de hierro al rojo forjada,
rojos y azules colores,
de lirios y de claveles.

Digno escaparate de flores,
macetas que exhalan olores,
alma limpia y clara,
como el agua en tu cara.

Cuando de noche asomas por la ventana,
el mirto blanco se oculta con desgana,
brillantes luceros parecen  tus grandes ojos,
y hasta la luna olvida sus enojos.

El río se contaba a sí mismo sus quejas,
con el murmullo de sus aguas espumosas,
sabía por mi soledad que me dejas,
sin comprender esas sinrazones penosas.

Tan ágiles y veloces,
como truchas en arroyuelo,
llegaron a mí las voces,
de tu indiferencia
a mis anhelos.

con el templado rasgueo de una guitarra,
a la fresca sombra de una parra,
déjame niña susurrar a tu oído por favor
que el amor no es el fruto, es la flor.

Por eso te ofrezco una rosa,
la más preciada flor del alma,
piénsalo y cavila con calma,
eres para mí la ilusión más hermosa.
EL BARDO.

Nota: Las palabras usadas son: ventana, maceta, rosa, aroma, mirto blanco, luna, niña, agua, ágiles, guitarra, claveles y oído.
Verbigracia:  POEMA, .... arriba la POESIA.
Traducción: PROBLEMA, arriba la POLICIA.

viernes, 29 de julio de 2011

DESAYUNOS DE MARBELLA


Desayunos, desayunos,
desayunos de Marbella;
tres amigos lo realizan,
y los tres hacen sin prisa,
la tertulia más castiza.

Allí se toman a risa
los ripios que "a buena guisa"
por el blog han circulado.

Pero hay un cuarto amigo,
Herodoto, por más señas,
que interviene y "otrosí digo"
participa en la contienda.

Lo hace desde el Rincon.
Lo hace sin desaliño,
y con la misma ilusión
que cuando éramos niños.

Miklos, el Bardo y el Calvo,
!que buena combinación!
y por si esto fuera poco
Herodoto en el Rincón.

!Que reunión tan hermosa,
analizando la prosa,
los ripios y los poemas!
!La verdad que el madrugón
ha merecido la pena!

Café con churro en Marbella,
y también en el Rincón...
Juan Benítez ("Herodoto")
 jamándose su ración.

El Bardo ya no se acuerda
de cuando jugaba al tenis,
le gusta tanto esta juerga...

El Calvo da su opinión
y dice con gran desprecio
que el ripio es obra menor.

El ideólogo de Miklos,
piensa con mucha razón,
que aquel que no acepte el reto
lo que es,... es un cagón.

Los churros están contados,
mas el que acaba primero
ayuda a su compañero.

Ya se ha acabado el café,
la tertulia ha terminado.
Empiezan las despedidas,
!hasta la próxima vez!.

Pacciaescus.

A MANUEL BELGRANO


Todo español que se precie,
se considera descendiente,
de la bragueta de D. Pelayo,
y a más pobre, presume más alto.

Cuando te hablé de mis ancestros,
No era ese mi caso,
sino hacerte presente,
que con la Argentina, tengo lazos.

Internet es muy noble,
pero las trolas son el doble,
y, D. Manuel Belgrano,
es de origen italiano.

Al igual que mis ancestros,
que eran genoveses,
 su padre argentino,
de los españoles era hermano.

No tengo más detalles,
pero la historia no cuela,
tengo que hurgar más en el lance
para dejar claro el trance.

Herodoto  

jueves, 28 de julio de 2011

AGRADECIMIENTO AL PACCIAECUS (Franciscano).


Hay que leer tus estrofas despacio,
Deleitarse bien en los espacios,
Agradecer con el corazón  henchido,
La satisfacción por el cumplido.

Más prima la forma y el sentido,
Mejor, mucho mejor el escrito, 
De escribir floreció el apetito
regreso brillante al "partido".

Quise contestar de inmediato,
Pero frené mi arrebato.
Estaba satisfecho y acomodado,
y .... además era "feriado".

La rueda sigue rodando
el "contrapunto" excitando,
Aprendemos y disfrutamos
De los años.. nos olvidamos.

Cuando Miklos cita "franciscano"
mi sesera entiende, está a mano
pero lo nuevo de " Facciaecus",
me sorprende, de eso se "poecus" (vaya ripiazo).

Como se infiere es latinajo
Y yo no recuerdo un car... ..ajo
Ayuda al pobre "inorante"
a saberlo en adelante.


EL BARDO.

AL GRAN HERODOTO. ( Respuesta Al Bardo Combatibo


A veces los argentinos
Provocan desatinos.
Afirman que Manuel J.J. Belgrano
No descendía de español sino de "tano".

Dicen que el padre ( Domenico Fco. Cayetano  Peri Belgrano)
(Invirtió el apellido y priorizó Belgrano), era de Liguria, Italiano.
Aseguran que prole de hijos tuvo  la madre,
Mº Josefa González Casero (criolla)
De trece hermanos, Manuel no fue el primero.

Sé que a aclarar este entuerto,
Herodoto estará dispuesto.
El Bardo espera con atención
Del sabio la explicación.

Los signos de sus virtudes
No permiten que se dude
Honestidad, probidad, austeridad y moderación
Eran sus preciados dones.
Herodoto en sus vivencias las propone.

Fue creador de la bandera (argentina)
Después de inventar la escarapela
Abogado, militar, político, y más, creó escuela,
Sus virtudes todo el mundo pondera.

Hizo sus estudios de Derecho en España
Acabó también siendo diplomático con  maña.
La herencia que dejó a Herodoto
bien ha sido por él asumida, lo noto.

A fuer de adquirir "coltura",
Me esforcé con premura
En conocer a Juan de Mairena
Leí al sol a Machado, la piel quedó morena.

También descubrí al Martín Abel
ambos, de aquel complementarios inventos,
A ellos "culpó" de sus reflexiones y "mientos"
Dijo Pessoa, "hizo drama de gente", no alegría de clavel.

Agradezco al "Licenciado"
El reto presentado
El Aprendiz está dispuesto
A trabajar sin pretexto.


EL BARDO.

domingo, 24 de julio de 2011

A MI AMIGO BARDO


Tener un amigo "bardo"
es sin duda un privilegio
pero hay que tener reflejos
cuando le aceptes un reto.

Además de muchas cosas
emplea tan bien la prosa
como la sublime rima;
y es como un spider-gato
hábil, e inteligente en el trato.

Tiene gracia y finura
y opina  muy sabiamente
sobre la fruta madura.

Mas ante todo es amigo,
es amigo de verdad,
y en tocante a lo que digo
es fácil de demostrar.

¿Como meterte con él?,
¿hay alguien que lo provoque
sin emplear el estoque?.
Tarea fácil no es
pues también es muy cortes,

Quizás tal vez pueda ser
que provoquemos su inquina
si nos metemos con el
cuando nos de hable Argentina.

Pacciaecus (Franciscano)

AL BARDO COMBATIVO


He parado tu mandoble,
enviado en lenguaje de “gaucho”,
propio de tus experiencias
en tierras de excelencia.

Tu admiración por Segundo Sombra,
gaucho mítico de Güiraldez,
te enaltece como vate,
y te mola como poeta.

Tu lenguaje criollo asombra,
a la cultural concurrencia,
que sin duda se acomoda,
a la nueva y simpática jerga.

La parada del mandoble,
es porque uno de mis ancestros,
fue héroe en esa bendita tierra,
Belgrano es su nombre.

Fue licenciado y poeta,
la bandera Argentina creó,
y hoy se venera,
su nombre y su acción.

Por eso no has sorprendido
con tu esperado y virtual ataque,
pues mi afilado sable de caballero,
estaba preparado al envite.

Herodoto   

RESPUESTA A FRANCISCO FERNÁNDEZ VERNI



Bueno es considerarse aludido,
La llamada del pregonero ha servido.
Aunque en verdad, el presidente
Aún no ha estado presente.

Nunca es tarde para despertar,
Faltaba un motivo, quizás retar.
Pero el reto es amigable
No precisa coraza ni sable.

Cierto es que Miklos y Herodoto,
"Arrean" con "coltura" y desenfado.
Los ripios que han desenfundado,
tienen fuerza de terremoto.

La cosa sí tiene "cura"
Porque tan solo madura,
Una fruta con blandura
A las bocas buen sabor procura.

Razón tiene "el franciscano" (cita Miklos)
hay que entrenar a diario.
Por ello tened a mano,
Pluma, papel, ingenio y vocabulario.

Aunque invernó largo rato
Reacciona como un jabato
Arrimando el ascua al fuego,
A los otros siguió el juego.

Ya está otra vez aquí el "gran" Paco,
Ni perdió frescura, ni es opaco.
Pero faltan colaboraciones,
Contábamos con otros varones
Antonios, Paco con estrella,
Y alguno más de Marbella.

EL BARDO.