Cuanto más profundiza la ciencia en los secretos de antaño, referidos al espacio, cuanto más se conoce la casi infinita dimensión del mundo exterior, más se empequeñece la idea de lo ya conocido.
Son tantas las Galaxias, son tan enormes los conceptos de las dimensiones, que la tierra se encoge de tal manera, que su contenido, apenas adquiere importancia en ese concierto galáctico.
Pero a la vez que crece el exterior, y mengua el concepto del globo terráqueo, se acrecienta y más desconcierta la figura del SER, ¿qué lugar ocupa dentro de toda esa magnificencia? ¿Cómo puede asimilar nuestra mente insignificante tanta grandeza?.
Si a cada paso agigantado de la ciencia, aparecen infinitos conocimientos que dan noción del orden, descubren perfecciones y conceptos desconocidos, que deslumbran por la dependencia coordinada de todas con un equilibrio imposible de imaginar, cabe preguntarse de nuevo, ¿Qué ENTE SUPERIOR ha sido capaz de semejante inmensidad?.
Pero todo esto, a la vez, minimiza otra cuestión que a nivel individual hace cavilar.
¿Cómo se puede creer uno que un SER de tamaña dimensión, que abarca mundos tan enormes y complejos descienda a atender ruegos de alguien tan insignificante dentro de ese monumental concierto?.
A través de los tiempos, la ciencia ha olvidado las progresiones geométricas, para sumergirse de lleno, en velocidades de evolución inimaginables.
Sin embargo, volviendo la cara atrás, hace siglos, ya hubo un santo varón que meditaba junto al mar tratando de entender lo ya le resultaba imposible, él tuvo la suerte de recibir a alguien que le disuadió de seguir en el intento.
No sólo se incrementan los descubrimientos en la dimensión colosal del cosmos, también en el otro extremo, el espectro de la investigación en el mundo de los microorganismos y celular, hace que los límites se amplíen en escalas infinitas.
Ya se ha podido ver, es un hecho comprobado, que el proceso celular es el mismo en animales y vegetales, se han observado células unitarias, que se van dividiendo más y más con enorme rapidez formando, primero embriones y luego cuerpos.
Pero siempre quedará latente la eterna pregunta ¿Cómo se produjo la primera?.
Hasta hoy nadie puede explicarlo, sólo hay algo que sirve quizás como sucedáneo, la FE.
Sigamos pues, quedándonos con la realidad que tenemos a nuestro alcance, la que dada nuestra capacidad somos capaces de entender.
La vida a través de los tiempos no hace más que repetirse en los conceptos que podemos manejar, siempre ira evolucionando, pero en el fondo, nos damos cuenta que cada generación procura aconsejar a la siguiente, ésta tachará de antigua a la anterior, pero el germen de la vida, pasa de unos a otros y se mantiene constante.
Sea pues la realidad, por encima de ciencia y filosofía, que he de existir un SER superior capaz del orden total que rige la vida y el universo. (mientras no se demuestre lo contrario). Mantengamos la FE.
Pepe Viano.
Se habla de Rollo y Picota, el primero como atributo de la jurisdiccionalidad de las villas españolas;el segundo La Picota, era el instrumento material de aplicación de las penas. marcadas en las sentencias emitidas. Este Blog desde una perspectiva intelectual y amable, tratará de hacer gala de las dos funciones descritas. Su autor miembro de la promoción de Maristas 57, se presenta con el seudónimo de Miklos.
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