Picota de Presencio

Picota de Presencio

viernes, 29 de junio de 2012

LOCOS EGREGIOS


El título corresponde a un magnífico libro, posiblemente leído por muchos de vosotros, escrito por el eminente psiquiatra español Dr. Vallejo Nájera, quién de forma divertida y didáctica profundiza en las mentes de personajes  históricos diagnosticando, por ejemplo,  la verdadera personalidad de Maquiavelo, la supuesta psicosis de Goya, la epilepsia de Abderrahman II, la enajenación mental de Vincent Van Gogh, Juana la Loca…etc.
El autor, con gran sentido del humor, nos muestra a partir de esa selección de personajes históricos, cómo la estructura psicológica de un personaje del pasado puede deformarse por la acumulación de falsedades repetidas a lo largo del tiempo, estableciendo la sutil línea divisoria entre la cordura y la locura. Excelente libro.
Los malagueños, únicos en el mundo y lo digo con satisfacción, nos saltamos las sutiles líneas divisorias expuestas y a la persona que se sale del guión lo llamamos, por nuestra cuenta y sin encomendarnos a la Ciencia: “majara” y/o majareta y ya en superlativo, “majarón perdío”, sublimación del término,  al supuesto loco sin remedio.
Estas denominaciones vienen recogidas en el Vocabulario  Popular Malagueño, de Juan Cepas con la traducción de trastornado, ido y loco, dentro del contexto de un verdadero y rico léxico malagueño, en su  mayoría palabras inventadas, otras procedentes del calé y otras muchas deformaciones de las existentes.
Hemos de reconocer, para bien o para mal, que Málaga fue muy pródiga en “majaras y majarones” a partir de la década de los cuarenta del siglo pasado, teniendo constancia de la existencia de personajes como Matías Ortega Ruiz, el gran Matías, para mi y de forma metafórica, el Miguel de Cervantes del siglo XX: Fue militar, herido y condecorado en numerosas batallas, escritor y poeta, perdiendo finalmente la razón en lugar del brazo; otro a destacar fue el Lenguas con su dignidad y silencio; el Pecho Lobo, bigote, Ange con su pedrusco blanco y esmerilado de tanto uso; Mariquilla La Loca con su perenne clavel reventón en su cabeza, su cestita, su vestido minifalda de lunares y sus calcetines de colores…etc.
Sin embargo voy a hacer algunos comentarios sobre majarones menos conocidos, de segundo orden, pero que tuve la suerte de conocer en mis tiempos mozos y que me impresionaron.
El primero al que me voy a referir es Joaquín “el perchas”, que se dedicaba al noble arte de la venta de  perchas que él mismo fabricaba, de madera y alambres. Este personaje pregonaba su género, saco al hombro, en horas y lugares muy dispares, al grito de: ¡Peeeerch! ¡Vendo peeeerch! dejando a la concurrencia en espera de que pronunciara la “a” final. Preguntado al respecto, el hombre contestaba que con lo poco que dejaba el negocio no le merecía la pena pronunciarla.
Otra majara de los años 60 fue la “Lola Flores del Parque”, a la que creo conocimos todos, denominada así por su etnia gitana e inicial parecido a la genial Lola y que se deterioró en poco tiempo. Su rasgo más llamativo eran sus piernas hinchadas y con varices sangrantes que cubría con abundantes vendas sucias. Se pasaba la vida en el parque con la mano derecha extendida y gesto lloroso, pidiendo limosna a todo el que pasaba. Si el interfecto le daba limosna la Lola le rendía casi pleitesía con lectura de la mano tan típica de las gitanas. Ahora, como no le dieras limosna te perseguía por todo el paseo insultándote de forma furibunda y con expresiones tan fuertes que parecían salidas del diccionario secreto de palabrotas de Camilo José Cela.  
Finalmente os comento a mi personaje “majarón” predilecto, el Puto Pedro, cuyo domicilio casi particular era la iglesia de San Agustín. El apodo, como la mayoría sabéis, se lo pusieron por la utilización del término “puto o puta” precediendo cualquier tema de su deshilvanada conversación, sin que nunca supiéramos la justificación
Era un hombre de mediana edad, de talla media, tez cetrina, pelo entrecano y ojos negros de mirada penetrante. Siempre vestía de chaqueta aún en verano, homogéneamente raída y de tono oscuro pero de color difuso por la mugre que acumulaba.
Su característica primordial era su hiperactividad que no lo dejaba un momento quieto y su debilidad compulsiva, mordisquear las suelas de los zapatos de los feligreses que estaban de rodilla, provocándoles enormes sobresaltos.
Uno de sus números predilectos era, cuando había silencio y recogimiento, dejarse caer a plomo de rodillas con el consiguiente golpetazo óseo sobre la losa, a riesgo de romperse  el menisco, cosa que nunca se produjo a pesar de la hipersensibilidad del mismo en los deportistas.
Un dicho muy frecuente entre los feligreses era, referido al personaje, que directamente iba a la Gloria. Todo el mundo manifestaba su señal de asentimiento porque ¿a qué otro lugar podía ir un personaje así?
La verdad, sin embargo, era otra, porque el Puto Pedro, al amanecer se levantaba del banco en el le permitían dormir, se dirigía por calle San Agustín hacia calle Beatas, a la panadería La Gloria, donde, con las dádivas que le daban, se compraba un bollo de pan, volviendo nuevamente a la iglesia. Una vez allí, cortaba el bollo y con toda naturalidad ponía los dos trozos sobre la llama de los candiles de aceite hasta un “tueste al dente” y después introducía el pan en el aceite, “enguachirnándolos” en el mismo, con posterior y extrema limpieza de sus manos en los pantalones.
Se dice “que de Madrid al Cielo” pues el “Puto Pedro” se comía el pan de La Gloria, después de ello, se quedaba en la gloria y estoy seguro que cuando murió, fecha que desconozco, se fue directamente a la Gloria, al lado de Dios Todopoderoso. 
Francisco González Jaén

DOBLE FALTA


Una doble falta del serbio al servicio, fué la espita que dió salida a la mayor explosión de alegría observada por mí, en el recio, vigoroso y rocoso atleta, que se esconde detrás de la apariencia noble y sencilla, de un joven español de los que aún sienten con verdadero orgullo, serlo.

     La doble falta, solo es un lance más del juego, pero ésta, esta doble falta, lleva intrínsecamente adosada la sensación de sumisión, miedo, rendición ante la reconocida superioridad del rival, sometimiento al dominio, no tanto al juego en sí -hay que reconocer su extrema clase y habilidad- sino a la expresión de acatamiento ante la autoridad que ese "todo individual", cubierto por un halo deslumbrante e impactante, es capaz de desequilibrar a cualquiera, incluso al número uno. Ese joven afable y limpio, nos ha deparado una vez más, y van siete, las mayores satisfacciónes haciendo nuestras sus victorias en tierras galas.

     La doble falta se fraguó en el transcurso de tres horas y media, hubo altibajos, hubo despertares serbios cuando sus ojos olvidaron mirar a quien habia enfrente, pero los golpes maestros, las bolas imposibles, no fueron suficientes. Había que que imponer su juego, había que minar sus defensas, pero éstas, con su incansables brazos y mente, nunca se rinden.

     Las muestras de desequilibrio, rotura de raqueta, de banco y malos modos, fueron preparando con paso lento pero firme el camino propicio para ....., esa doble falta.

     ¡Gracias, Campeón!, no sólo nos devuelves la escasa dignidad que nos va quedando, no sólo haces un "siete" a la Torre, no sólo ganas batallas honorables para tí y tu pueblo, sino que además las ganas donde más te zahieren, donde más les molesta, en su propio suelo.

     La Eiffel se tambalea con el peso imposible de soportar de tu fuerza y tus trofeos, no cazarás más aviones con la raqueta, te bastará alzar tus copas para deslumbrar a los "graciosos".

     Y a nosotros, a nosotros nos has proporcionado la mayor emoción -ya parece imposible sentirla en nuestra tierra- al oir el maravilloso himno de España, con la buena gente puesta en pié y con  silencio impresionante, haciendo aún más grande el orgullo de ser español.

     Ahora que que tanto poder puedes irradiar,¿No te sería posible influir para que se traladase la final de la copa del Rey a esos lares?. Sería una oportunidad para repetir la experiencia del silencio. Aquellos que tanto pitaban ¿seguirán siendo tan necios de no sentir nada ante la grandeza que desprendes cuando serio, emocionado y orgulloso oyes el himno como signo del triunfo conseguido?.

     Gracias Rafa, hoy una vez más, siento que te debemos algo.

EL BARDO.

lunes, 11 de junio de 2012

EL ANUNCIO


     Una vez más, como cada domingo, toda la familia se disponía a dirigirse por la mañana a la pequeña finquita que tenían a unos 10 km. de su casa. En ella, además de sembrar todo tipo de verduras de la temporada, tenían una casita de campo con un salón, chimenea rústica que servía para cocinar, un par de habitaciones y un cuartito de baño. También había un gran almacén, árboles frutales, la huerta y lo más atractivo y deseado por Carlos, Javier y Vivi, los corralitos de las gallinas, palomas reales, conejos y algunos faisanes, así como una piscina-en realidad una alberca- situada en la parte alta del terreno que servía para el riego, pero que cada verano se vaciaba, se limpiaba y se llenaba con agua limpia, por cierto muy fría, ya que procedía de un pozo que había al lado, si bien eso no era obstáculo para que los niños se bañasen.

     Nada mas llegar, se precipitaban corriendo a ver los animales, entraban en el gallinero a recoger los huevos, les daban de comer, cogían los conejitos pequeños, que indefectiblemente querían llevar a casa, así como los pollitos pequeños o alguna palomita, siempre igualmente, tenían los padres que convencerlos de que no era una buena idea sacarlos de su casita, - donde mejor estaban- para llevarlos a la nuestra donde no verían a sus hermanitos, al final, aunque a regañadientes lo aceptaban.

     Sobre la mesa de la casa, Manuel - el casero- dejaba la recolecta de las verduras y los padres las iban metiendo en el coche mientras ellos jugaban, pero ese día, Javier en contra de lo normal, estaba dentro del coche con las puertas cerradas, lo que sorprendió a su padre que abrió una de ellas y le preguntó:
      -Javier ,¿qué haces aquí dentro con el calor que hace?, sal y ve a jugar con tus hermanos.
      -No, estoy bien aquí, pero bueno, ya voy.- y se salío.

     No había pasado mucho rato, cuando la escena se repitió, y esta vez el padre más autoritario y serio le increpó:
     -¡Javier! A ver, dime que te pasa, ¿porqué estás de nuevo aquí?
.    -Es que estoy cogiendo avispas y las guardo aquí dentro porque las necesito -, contesto Javier agachando la cabeza y mirando al suelo.

      El padre horrorizado vió y oyó como volaban y zumbaban unas cuantas en el coche y le ordenó enfadado que abriese las puertas y las dejase salir.
     - ¡ Estás loco, no ves que nos van a picar!.
     -¡No pican papá!, ¡Mira!, y uniendo su dicho al echo, cogió una la puso sobre la otra  mano y la avispa como queriendo darle la razón correteó por ella, se paseó por su brazo desnudo y efectivamente no le picó, la volvió a coger y le dijo al padre:  
     - ¿Lo ves?-  El padre no se lo podía creer, pero insistió en que las sacase y así accedió a su voluntad abriendo las puertas del coche.

     Allí acabó el incidente, el padre se lo contó a su mujer, ambos sonrieron, no sin antes comentar "las cosas de Javier".

Se dirigían ya de vuelta a casa, cuando por el espejo retrovisor notó el padre que a pesar del calor que hacía, Javier llevaba la camisa abrochada hasta el último botón del cuello, por lo que le dijo:
     -¿No tienes calor?, desabróchate el botón que te vas a asfixiar.
     -No papá, no tengo calor, estoy muy bien así-
.
     Carlos y Vivi que iban junto a él se miraron con un gesto de complicidad, pero no dijeron nada y sonrieron.

     Al llegar a casa los tres salieron corriendo y se dirigieron a la habitación de Carlos que era la más grande y les servía de centro de reunión y allí se encerraron. No eran nada anormal, los padres se ocuparon de descargar cuanto habían traído del "huerto".

    
     Al día siguiente, se prepararon para ir al colegio en el autobús que pasaba a recogerlos, Javier portaba además de su cartera un caja de cartón, al preguntarle su madre para que era la
 caja, él le contestó : -  Es un trabajo para el "cole"-.

     Alrededor de las cuatro de la tarde, una hora antes de la salida, llamaron a su madre desde el colegio, para avisarle que Javier llegaría un poco más tarde, porque iría en el segundo turno del autobús, estaba castigado, la madre preocupada preguntó:  -¿ qué ha  hecho?. La profesora la tranquilizó: - no es nada grave, pero lo mejor es que él mismo se lo explique-. La madre preocupada, puesto que nunca había ocurrido antes, llamó a su marido y le pidió que viniese lo antes posible para que estuviese presente y oyese la versión de lo sucedido.
     Llegó enseguida y antes de que apareciera Javier, preguntaron a sus hermanos si sabían lo que había pasado, pero ellos se quitaron del medio argumentando que estaban en otra clase y nada sabían. Apareció el "gran" Javier, con su cajita debajo del brazo, y venía tan campante. Cuando sus padres le preguntaron porqué lo habían castigado, él contestó que por nada malo y con toda naturalidad se dispuso a iniciar su relato.
     - Ha sido por lo del anuncio-
     -¿Qué anunció?, los padres no salían de su asombro.
     -El de la avioneta que pasa por la playa con el anuncio colgado detrás, ¿no lo habéis visto?
   . -Explícate, no entendemos nada. Los padres no podían salir de su asombro.
     -Veréis- dijo Javier, ¿os acordáis de las avispas que estaba recogiendo ayer en el "Huerto?, papá me dijo que no las podía dejar sueltas en el coche así que como ya dije, las necesitaba, así que para obedecer a papá, lo que hice fué ponérmelas dentro de la camisa, por eso me tuve que abrochar hasta el cuello. ¡A mí no me pican!. Cuando llegamos a casa, con Carlos y Vivi, las puse en la caja de cartón con agujeritos para que respiraran y preparé el anuncio.
     -¿Qué anuncio?, dijeron los dos a la vez.
     -Veréis, primero lo hice con moscas, pero se caían no podía volar, entonces Carlos me dijo que necesitaba un motor más potente así que pensé en las avispas.
     Los padres cada vez estaban más perplejos y le instaron a que continuara.
     -Bueno, pues cuando ya estaba preparado, las llevé al "cole", y las solté, fué fenomenal, volaban estupendamente, solté seis, y toda la clase se quedó flipando, pero son unos cobardicas y tenían miedo, ¡La que se armó!.
     -¡Vamos Javier!, ¿Qué es lo que soltaste?. Dijo el padre desesperado.
     -Esto, respondió Javier: Abrió la caja y con estupor, asombro y alucinación vieron como las avispas salían volando portando un papelito  rectangular que remedaba el anuncio de la avioneta y decía "BEBA COCA-COLA. Los padres tuvieron que volver la cabeza para no romper en una sonora carcajada.

EL BARDO.

viernes, 1 de junio de 2012

BELÉN, 15-M Y EL ADOBE


Si sentimos curiosidad por conocer qué es el adobe, muy probablemente, introduciremos el vocablo en el buscador de google y nos encontraremos con múltiples referencias de corte informático. No es el concepto, definición  o significado que buscamos. Adobe es un artilugio constructivo elaborado a base de arcilla, arena, paja y agua, secado al calor del sol. Tradicionalmente se le dio forma de ladrillo, si bien en culturas ancestrales se ha utilizado y se utiliza la mezcla directamente sobre el paramento a construir, introduciendo muchas veces boñigas vacunas en sustitución de la paja. Doce o quince mil años contemplan el adobe. ¡Término moderno, que diría un informático de pro!

Desde aquellos tiempos, perdidos en la memoria de nuestra insigne humanidad, ha llovido mucho y lo que la necesidad de cobijo demandaba al muy humilde, pero eficaz,adobe se ha convertido hoy en un monstruo sagrado adorado por el poder y sus vasallos. El ladrillo, heredero natural del adobe, que en sí mismo no representa avance técnico alguno, se ha trocado por arte de birlibirloque en la gran estrella de nuestros días.

Conocemos el efecto, pero cuál es su causa?.  Me permito acudir al símil comparativo.

Belén, no viene al caso su connotación bíblica, en una noche de euforia amatoria engendra una hija. El padre es un torero y la España cañí la sube a los cielos en el cesto de mimbre de un globo aerostático impulsado por el calor del helio que queman los gurús del firmamento mediático. Es el milagro: de la nada, una estrella en el cielo. Y todos felices, millones de horas dedicadas a ensalzar las grandes virtudes de alguien que en su currículo solo aporta un polvo y no de estrellas precisamente. Mitos, tumbas y dioses!.

Un buen día 15, unos cuantos desharrapadillos -por no identificarlos de alguna otra manera-, montan su peculiar choza de cartones (tienda de acampada, lo llaman ellos) en un cuidado emplazamiento, punto de referencia y medida nacional, para reclamar que están en su derecho de tener también la opción de ganarse el pan y con ello acceder a la maldita propiedad del ansiado ladrillo. No son muchos en un principio y emulan o directamente copian formas y modos de otras reclamantes culturas, éstas ciertamente necesitadas. Éstos otros no son libres y aquellos, sí. Libertad por libertad, yo te dejo porque no me atrevo contigo, a pesar de la descomunal diferencia de poder, y todos quedamos libres de decir y hacer lo que nos venga en gana. Y se origina el gran chollo: no hay hoy noticia, pues creemos la noticia. Aunque éstos nada tienen que ver ni que decir como los de aquel año del 68, el poder mediático ve su filón y a por él se lanza. De la nada crean una nueva estrella,  invitando a todo quisqui a sumarse al gran y gratuito festival. Y el festival se monta con una algarada vacía de contenido pero vestida de forma muy atractiva. Hemos alcanzado la modernidad, todos debemos tener opción a poseer ladrillos de adobe...quince mil años después! Como muestra, hacemos nuestro un hotel. Nuestros herederos del futuro celebrarán el acontecimiento cada año como la consecución del gran logro, como la mayor conquista. Bien es cierto, que el mayor tributo ofrecido al pueblo, por éstos acampados,  fue el depositar sus boñigas en la emblemática plaza como su personal aportación a la cultura del adobe.

Ya estamos en la fecha fatídica: 2012, el año de la hecatombe, el del fin del mundo mediáticamente vaticinado por los aztecas, en la que nadie se librará del padecimiento diario de las vacuas profecías que anuncian plagas más perniciosas que las de Egipto y más exterminadoras que que las de Hiroshima o Nagasaki. No estarán propiciadas por las langostas, ojalá fueran marinas, sino por el humilde adobe llegado a ser moderno ladrillo!.

Pantallas planas, princesas del éter, príncipes sin estirpe que en días sin fin como modernos   pregoneros, lanzan soflamas a favor de algo que se mueve sin destino fijo. Pero el movimiento se percibe, se ve, se oye. Buena noticia!.

Miremos hacia el poder, se llame político, financiero o de comunicación. Culpémoslo de su    avaricia, incapacidad, egoísmo, ignorancia e insolidaridad y dejemos tranquilo al humilde adobe que en su modestia dió cobijo a través de los tiempos a toda una humanidad. No es el ladrillo - materia inerte en si- culpable de los malos tiempos que vivimos. Son culpables aquellos que con el mismo criterio crearon belenes, 15 Ms y burbujas que en un principio estaban llenas de ingenuidad y que fueron transformadas en bestias para alimento de unos dioses que nunca tendrán un lugar en el Olimpo.

Miklos

P.s.
Sheriff, te acuerdas de "El gran carnaval" con Kirk Douglas?

Marbella, mayo 2012