Picota de Presencio

Picota de Presencio

martes, 27 de julio de 2010

LA SOCIEDAD CIVIL

Herodoto
Hace varios días, en un telediario vi por casualidad una noticia, que me dejó perplejo. Correspondían los hechos, a las declaraciones de cuatro individuos, que se adjudicaban la representación de la “Sociedad Civil”. Las manifestaciones se realizaban a las puertas de la Audiencia Nacional. Los motivos de tales aseveraciones no vienen al caso, ya que exigiría entrar en un tema que no está en el contexto de mi reflexión.
Lo primero que argumentó mi mente, fue que la ignorancia más completa, era el motor de tales declaraciones.
Karl Poper insiste que conviene evitar las discusiones sobre las palabras y su significado, porque suelen ser engañosas e insignificantes. Pero lo que si conviene aclarar, es el sentido en el que usamos los términos.
Por mi parte una Sociedad Civil está definida como: La que compone un régimen de absoluta libertad individual, solo limitada por la libertad de los demás. Su armazón institucional combina una democracia liberal (en la que el componente “liberal”está sustancialmente enfatizado), una economía libre de mercado, un estado de derecho, una esfera pública plural y un tejido asociativo dinámico. Se trata de una sociedad fundamentalmente autogobernada, con un gobierno cuidadosamente limitado por leyes, ciudadanos, mercados, asociaciones voluntarias e instituciones culturales autónomas. Podemos llamar a esta sociedad con nombres diversos:sociedad abierta, libre o civil, pero lo importante no es el nombre, sino su contenido ideal. Una determinada combinación de instituciones que sirven de referencia analítica y normativa para entender y manejar las cosas mismas.
Por otro lado, en nuestra sociedad occidental existe una variante, que corresponde a la sociedad corporatista, estatista y autoritaria. En ella, el modo de coordinación de la vida económica, social, política y cultural, está dominado por un lado, por la presencia del estado o la autoridad pública, que se ejerce con un margen menor, para el disentimiento político. Por otro lado, grandes actores corporatistas, cuyas relaciones, pueden ser complejas e incluir un componente de hostilidad mutua, pero cuyos pactos entre sí y con el estado, suelen asegurar la estabilidad de la sociedad largo tiempo.
Según mi criterio, la verdadera sociedad civil se acerca al primer modelo, que en realidad es utópico, pero es necesario tender a él y no precipitarse por la pendiente del segundo.
Por lo expuesto, considero que las manifestaciones de aquellas personas a la puerta del Juzgado, fueron fatuas y presuntuosas, al atribuirse la representación de un ente, complejo y general. Por tanto, deben ser condenadas a sufrir en nuestra picota virtual.

HERODOTO

1 comentario:

  1. Muy bien Herodoto.
    Esas personas "fatuas y presuntuosas" que se adjudican la voz de la sociedad civil, son unos botarates.

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