Picota de Presencio

Picota de Presencio

viernes, 10 de septiembre de 2010

NUEVOS OFICIOS

De todos es sabido, que el índice de vida ha ido en constante aumento, de tal forma, que la esperanza de vida hace que se deba pensar en cambios de costumbres, provocando algunos desajustes en lo que teníamos como prioridades.
Es un ejemplo doméstico el uso de la bañera, artefacto que se impuso de todas las casas que se preciaran de normales, y que persisten con gallardía y orgullo.
Sin embargo, llegada la edad añorada de la jubilación y en adelante, se hace un aparato harto peligroso, quizás deseado, pero a todas luces dañino si se nos ocurre introducirnos, y más aún, si por un derroche de osadía desparramamos nuestro cuerpo por ella, dulce estancia mientras dura, pero dura incorporación y tremenda humillación cuando hemos de pedir ayuda para nuestra extracción, y peor todavía, cuando esa ayuda perentoria se hace a través de nuestra "dueña" que infaliblemente opinará, y sin recato ni piedad, dirá con sorna, "te lo dije, tú ya no estás para eso", tremenda palabra que sin remedio y para nuestra desgracia resonará con frecuencia en nuestros oídos.
Pero lo peor, o quizás no, es que ahora vivimos más tiempo, y este suplicio dura más.
Así pues, pensando en la defensa que esta situación presenta, y revistiéndonos de nuestros todavía "talentos", propongo soluciones para nuestra defensa, que sean prácticas y a la vez ayuden a solucionar el paro galopante.
En primer lugar, usar la bañera sólo para apoyar el pié en el intento de llegar hasta él tijeras en mano para proceder al corte, de las cada vez más duras uñas, ¿porqué se endurecerán con el tiempo unas cosas y otras lo contrario?. Éste proceso, si llegado el caso se hiciere penoso, solución drástica, !fuera bañera!, sustituirla por el precioso plato de ducha, apto y de fácil uso para entrada y salida.
Este plato de ducha, a ser posible debe ser AMPLIO, para introducir una pequeña repisa apta para el apoyo de los pies, que haga la función de acercar dicha extremidad, hasta las manos, ya que como habremos comprobado, el suelo cada vez se retira más de nuestro alcance, y la posibilidad de acercamiento a través de inclinaciones ya pertenece al pasado, de ahí el conocido dicho de "Si Mahoma no va a la montaña ....." para eso se inventó, no como se piensa por cualquiera otra razón. Así pues, esa repisa también serviría para posar las "posaderas"( por eso tiene ese nombre), dando lugar a la meditación húmeda y a la reflexión solitaria ya a veces poco posible. Sin lugar a dudas es imprescindible una iluminación eficaz y desde luego natural, para ello la solución consiste en proveerse de "luz genital" o "claraboya", que colaborarán eficazmente para que la OPERACIÓN DE CORTADO DE UÑAS, se reduzca a eso y no se produzcan mutilaciones, siempre "incómodas".
Conseguido este primer objetivo, el siguiente paso sería dignificar el hasta ahora simple y vulgar aparato de deposición, eso pasó a la historia. La realidad actual es, que se trata de un lugar de una importancia capital, su nombre ya suena cada vez más como el TRONO, y como tal se le debe considerar, sus virtudes: relaja, se medita, se lee, se resuelven problemas en la convivencia en la sola compañía de uno mismo, y sobre todo, por ser el TRONO, se siente uno el REY, único momento que te dejan.
En consideración a todos estos beneficios, hay que dotarlo de los medios necesarios como agradecimiento a sus considerables prestaciones.
Para ello, propongo decorar la tapa con las mejores fotografías de tu familia más querida, tus amigos y así al levantarla, sabrás con seguridad que todos están detrás de ti, y te dan su apoyo.
Siempre sería interesante y bien recibido que a la vez levantar la tapa sonase alguna sinfonía relajante que sin lugar a dudas, predispone a la acción.
También sería conveniente dotarlo de estantería para revistas, periódicos, crucigramas e incluso libros de lectura rápida, como complemento, blog y bolígrafo, no en vano en la paz del momento, las ideas afloran con inusitada frecuencia, y acierto indudable.
Para completar nuestra felicidad, propondríamos algunos nuevos oficios que dulcificaran nuestra existencia, por ejemplo:
PODADOR, de cejas enjutas, en caso de calvos, que a hilos, intentar peinar estilo "Valentino" con profusión generosa de brillantina, para intentar tapar la calva.
DEPILADOR Y RECORTADOR de material piloso de orejas y nariz, se precisa buen pulso y vista clara.
ALARGADOR de manos, para limpiezas traseras e higiene anal.
COLOCADOR de calcetines, incluso atador de cordones en botas y zapatos.
APUNTADOR para nombres, fechas, apellidos, y palabras para conversaciones ágiles.
OIDOR, de batallitas y heroicidades con las "contrarias", en... nuestros tiempos.
SANTIGUADOR, para frentes despejadísimas, el "por la señal...” queda tan atrás en la misma, que no se llega.
SELECCIONADOR de distancias, para lectores que olvidaron las gafas.
MARCADOR de número en teléfonos móviles, tan "pequeñitos" ellos.
ORIENTADOR/A, en puntería para micción dentro del "TRONO" y no en los alrededores.
ORIENTADOR/A, situación órganos genitales, para su uso, si procediera o procediese, certificando su existencia.
PORTADOR de plastilina o similar, para relleno de huecos dentales, previo a comidas, incluso hilo dental o palillos para "aluego".
Son algunas de las propuestas, que considero nos ayudarían para estar preparados a vivir CIEN AÑOS, con algo más de comodidades.

El Bardo.

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