LOS PREJUICIOS HASTA EN
EL CEMENTERIO
La historia que paso a contar, la refirió un famoso personaje
cómico italiano, que todos seguramente recordaremos, era el célebre “Totó”.
La anécdota
relata la historia de dos fosas en un cementerio, una situada junto a la otra.
Las familias de ambos fallecidos así lo habían dispuesto. La primera de las
fosas era la de un marqués y la segunda la de un barrendero,
El esqueleto
del marqués, no toleraba semejante promiscuidad, y conminaba al esqueleto del
barrendero, a que se alejara una distancia varios metros de su tumba, para mantener las
diferencias sociales. El desdichado barrendero, al principio, se disculpó por
la desconsideración de sus parientes, que no tuvieron en cuenta las
circunstancias que reclamaba el marqués. Pero ante la insistencia del noble, perdió la
paciencia y exclamó:
¡Marqués!, estas payasadas dejémoslas para los vivos;
nosotros somos gente seria: somos muertos.
Herodoto